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jueves, 13 de febrero de 2014

Venezuela Tuya

Gloria al Bravo Pueblo

El Himno «Gloria al Bravo Pueblo » es una composición musical patriótica venezolana de 1810, la cual fue establecida como Himno Nacional de Venezuela decretado el 25 de mayo de 1881 por el presidente Antonio Guzmán Blanco.
En cuanto a su composición, la letra y música han sido históricamente atribuidas, respectivamente, a Vicente Salias y Juan José Landaeta y se supone que fue escrito originalmente alrededor de 1810 como un himno patriótico.[cita requerida] Posteriores modificaciones oficiales ha sido las de 1881, a cargo de Eduardo Calcaño; en 1911, de Salvador Llamozas y en 1947 de Juan Bautista Plaza, esta última es la usada oficialmente en la actualidad.
Se ha dicho que la melodía ya era conocida como «La marsellesa venezolana» desde 1840. En los últimos años, algunas investigaciones han sugerido que el verdadero autor de la letra podría haber sido Andrés Bello, y que la música habría sido compuesta por Lino Gallardo.1 Sin embargo, esta teoría no ha podido ser comprobada del todo; aunque lo cierto es que tanto Juan José Landaeta como Lino Gallardo pertenecían a la «Escuela de Música de Caracas», actividad central del «Oratorio Arquidiocesano de Caracas», fundado por el Padre Sojo.

Historia

Origen

Constituida la Sociedad Patriótica en Caracas a raíz de los sucesos del 19 de abril de 1810, sus miembros, durante una de sus reuniones, entusiasmados por el éxito de la primera canción patriótica ("Caraqueños, otra éa"), con letra de Andrés Bello y música de Cayetano Carreño, sugirieron la proposición de que la Sociedad lanzara también una canción que estimulara el ánimo de los indecisos. Fue así como uno de los miembros de la Sociedad Patriótica, el médico y poeta Vicente Salias, improvisó allí mismo las primeras estrofas del Himno Nacional: Gloria al Bravo Pueblo.

Interpretación

Himno Nacional de Venezuela en wayúu.
Grande fue el prestigio de esta canción patriótica, de cuyo impacto en los españoles se hace eco el Intendente del Ejército y Real Hacienda, quien informa al Supremo Ministerio de Hacienda -por documento fechado en Cádiz el 4 de julio de 1810-, lo siguiente: "pero lo más escandaloso fue que en las canciones alegóricas que compusieron e imprimieron de su independencia, convidaban a toda la América Española para hacer causa común, y que tomasen a los Caraqueños por modelo para dirigir revoluciones". (Documento en el Archivo General de Indias, España). Dichos conceptos constituyen una atinada interpretación del sentido de la tercera estrofa del Gloria al Bravo Pueblo:
«Unida con lazos que el cielo formó, la América toda existe en Nación , y si el despotismo levanta la voz seguid el ejemplo que Caracas dio».
Era ya por entonces el Gloria al Bravo Pueblo un gran canto patriótico. Su letra y música constituían fuente de honda evocación. Durante el transcurrir de la contienda emancipadora las demás canciones patrióticas fueron perdiendo vigencia y poco a poco quedaron durmiendo en el recuerdo. Sólo ésta, con su síntesis de historia y visión del futuro, persistió.
«¡Abajo cadenas! Gritaba el señor, Y el pobre en su choza Libertad pidió».
Era el Señor allí aludido, el rico, el emparentado o descendiente de condes y marqueses, el mantuano de vida regalada y vastas posesiones. Tanto ellos como el pobre ansiaban y pedían libertad. Abajo las cadenas de las extorsionadoras injusticias y privilegios. Era el pueblo todo, con su multitud de ricos y su muchedumbre de esclavizados pobres. Todos clamaban por la entonces inexistente libertad, a cuyo nombre sacrosanto se estremecían de terror los tiranos y los déspotas:
«A este santo nombre tembló de pavor el vil egoísmo que otra vez triunfó».
El egoísmo, la ambición de unos cuantos y poderosos representantes de la Monarquía; la explotación de la tierra y de sus hombres a lo largo de más de trescientos años de extorsión y coloniaje, la trata de negros, las distinciones de castas y todo un mundo de injusticias. Ante la libertad conquistada desaparecerían las opresoras cadenas.
Expresa la canción: «Y desde el Empíreo, el Supremo Autor un sublime aliento al pueblo infundió». Aquí, la admirable visión futurista de Vicente Salias anticipó que, en aquel ejército de héroes que más tarde comandaría Simón Bolívar y que realizaría inauditas proezas, latía una inspiración sublime y vibraba el fuego de la Libertad, supremo don del Creador.
La frase que en el coro dice: «Gloria al Bravo Pueblo que el yugo lanzó» rinde homenaje y evoca a Caracas, la ciudad bajo cuyo cielo se fraguó y culminó el movimiento revolucionario que inició el fin de la dominación extranjera, a la vez que glorifica a su gente.
En la Guerra de la Independencia, la voz del Gloria al Bravo Pueblo fue antorcha de patriotismo, entusiasmo y heroísmo, de estímulo en los días aciagos y clarín de gloria en Carabobo, Junín y Ayacucho. Ya afianzada la vida republicana, se la denominó "Canción Nacional", demostrándose así la aspiración del pueblo por tenerla como símbolo de la patria, pues ninguno de los otros cantos podría ser tan apropiado como éste, que había vivido toda la epopeya de la gesta independentista.
Este glorioso canto épico, que repercutió en Caracas desde que fue interpretado por primera vez, era cantado jubilosamente por el pueblo en las calles. Era el canto marcial en los combates que se libraron por la emancipación de Venezuela y otras hermanas repúblicas de América, quedando definitivamente los compases de su nota sublime y triunfal, desde aquellos días gloriosos, como Himno Nacional y las orquestas se encargaban de difundirlo por las principales poblaciones de Venezuela, bajo la denominación de Canción de Caracas o Marsellesa venezolana.

Discrepancias sobre su autoría

Aunque no hay constancia expresa de ello, es probable que el Gloria al Bravo Pueblo hubiese sido ejecutado y creado en Caracas el 19 de abril de 1811, en ocasión de conmemorar el primer aniversario de la revolución de 1810, con la participación de varias orquestas dirigidas por músicos-compositores como Juan José Landaeta, Cayetano Carreño, Lino Gallardo, José María Cordero y Juan Vicente González, entre otros.
En cuanto al autor de la música, han surgido las más encendidas polémicas. Aunque oficialmente se tiene a Juan José Landaeta como el inspirador y compositor, algunos historiadores sostienen que el autor de la música fue don Lino Gallardo, quien fue autor de otras célebres canciones patrióticas. Así lo afirmaban los descendientes de Gallardo, entre ellos su hija Francisca de Paula Gallardo, quien tenía 76 años en 1881 y vivía entonces en Caracas. También lo consideraba así el artesano Quintín Rengifo, nacido hacia 1810 y quien en su niñez había sido alumno de Lino Gallardo. A pesar de los esfuerzos de historiadores-musicólogos como José Antonio Calcaño, Juan Bautista Plaza y Rhazés Hernández López, entre otros, la paternidad de la música del Himno Nacional no ha podido ser establecida de un modo totalmente fehaciente.

Establecimiento como Himno Nacional de Venezuela

Pasado el período de la Independencia, este canto siguió prendido en la mente del pueblo y se convirtió, por común aceptación, en la «canción nacional» aunque careciese de sanción oficial. El manuscrito de su música más antiguo que se conoce data de mediados del siglo XIX, según el historiador José Antonio Calcaño, quien lo reproduce en su libro La ciudad y su música. En él no se menciona autor, pero figura como título lo siguiente: «Núm. 1.- Violín. Canción Nacional: Gloria al Bravo Pueblo. Paso redoblado».
En su número del 18 de abril de 1868, el periódico caraqueño El Federalista reprodujo la letra del Gloria al Bravo Pueblo. El mismo periódico, al reseñar el día 20 de abril de ese mismo año las fiestas con que fue conmemorado el día anterior en la capital el 58º aniversario del 19 de abril de 1810, mencionaba que "en los salones de la Universidad y en presencia de numeroso público, antes de los discursos, una «música marcial» ejecutó varias piezas, entre ellas el Himno Nacional".
Por encargo del Presidente Guzmán Blanco, el Dr. Eduardo Calcaño, valioso compositor y músico, cumplió idóneamente la tarea de fijar el texto musical del Himno, lo cual hizo conservando la brillantez marcial de la melodía, sin pretender alterarlo ni darle otra expresión.
El 25 de mayo de 1881, el Gloria al Bravo Pueblo quedó consagrado definitivamente como Himno Nacional de Venezuela, por medio del siguiente decreto presidencial:
Gral. Antonio Guzmán Blanco
PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA DE VENEZUELA
Considerando:
Primero: Que debe perpetuarse en la memoria de los venezolanos todo lo que en la época de nuestra emancipación política contribuyó a la realización de sus triunfos. Segundo: Que el Himno Nacional, conocido con el nombre tradicional de "Gloria al Bravo Pueblo", fue el canto patriótico con que los hijos de la Gran Colombia celebraban sus victorias y se alentaban en la adversidad.
Decreto:
Artículo 1° - El Himno Gloria al Bravo Pueblo se declara Himno Nacional.
Artículo 2° - Las bandas marciales de la Nación, en todos los actos y solemnidades públicas, lo tocarán en primer término y servirá para los saludos que se hagan los Cuerpos y Magistrados que representen a los altos poderes nacionales.
Artículo 3° - Después de la marcha regular que sirve de honor al acto de colocación de la Bandera, las bandas marciales tocarán el Himno Nacional.
Artículo 4° - El Ministerio de Guerra y Marina queda encargado de la ejecución de este Decreto.
Dado, firmado de mi mano, sellado y refrendado por el ministerio de Guerra y Marina en el Palacio Federal de Caracas, a 25 de mayo de 1881, año 18° de la Ley y 23° de la Federación.
ANTONIO GUZMÁN BLANCO. Refrendado El Ministro de Guerra y Marina,
Eladio Lara
Después del decreto de 1881, y de las publicaciones del Himno Nacional que se hicieron en 1883, se elaboró en 1911 una nueva edición oficial en conmemoración del centenario de la independencia, que fue encomendada a Salvador Llamozas. En 1947, otra edición oficial fue confiada a Juan Bautista Plaza, «...quien -escribe José Antonio Calcaño- hizo una buena labor de revisión del texto y le suprimió una introducción que le habían añadido antes y que no tenía razón de ser...»
El artículo 13 de la Ley de Bandera, Escudo e Himno Nacionales del 17 de febrero de 1954 determina del modo siguiente los casos en que debe ser tocado el Himno Nacional:
«1º: Para tributar honores a la Bandera Nacional.
2º: Para rendir homenaje al Presidente de la República.
3º: En los actos oficiales de solemnidad.
4º: En los actos públicos que se lleven a efecto en los Estados Unidos y Territorios de la República para la conmemoración de las fechas históricas de la Patria, y en aquellos que determine el Reglamento de la presente Ley.
5º: En los casos que prevean otras leyes de la República».

En algunos actos de carácter cultural o cívico, el Himno, en vez de ser ejecutado musicalmente, es cantado por un conjunto coral. Las estaciones de radio y televisión deben reproducir el Himno Nacional a las 12 del mediodía y a las 12 de la medianoche, así como en el primer minuto de su transmisión luego de iniciado el primer día del nuevo año.

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